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Runner, ¡Cuida tus pies!

Los amigos de Menorca Trainers nos traen esta semana un artículo con una serie de consejos para cuidar nuestros pies de cara a las carreras y a los entrenamientos. ¿Qué os parece?

25/04/2016

Las has sufrido, ¿verdad? A todos nos ha pasado alguna vez, durante la carrera notamos esa molestia en el pie, empieza poco a poco y a medida que vamos haciendo kilómetros acaba por ser un dolor casi insoportable. Al finalizar, si nos lo permiten, sacamos el calcetín y !Oh sorpresa¡ Una ampolla, ahí está ella, una bolsita de piel llena de líquido, que ahí no estaba antes de iniciar la carrera.

¿Qué son las ampollas?

Las ampollas o flictenas son formaciones sacciformes (con forma de saco) que se produce por la acumulación de exudado seroso en una cavidad superficial formada entre la dermis y la epidermis o en el interior de la epidermis.

 

¿Porque se producen las ampollas?

Se producen por presión o por fricción continuada. Muy frecuentes en deportistas, principalmente corredores, senderismo y deportes de montaña. Aunque también podemos sufrirlas cuando estrenamos zapatos, por contacto con zonas de mayor dureza.

El uso de calzado inadecuado, si está demasiado apretado (por presión) puede generar ampollas, y si es demasiado holgado por deslizamiento también, por lo que es muy importante elegir correctamente la zapatilla y el número.

Estrenar zapatillas en una carrera o en un entrenamiento largo, también puede producirlas. Los aumentos de temperatura y humedad favorecen su aparición, por lo que es importante que las zapatillas transpiren.

Los calcetines, también son a tener en cuenta, deben ser transpirables y sin costuras, especiales para deportistas, con sistema antiampollas, doble capa..

¿Cómo prevenimos las ampollas?

Con buena higiene e hidratación periódica de la piel de los pies.

Calzado y calcetines adecuados. Si tenemos tendencia a las ampollas en los dedos podemos probar con calcetines de 5 dedos para evitar el roce entre los mismos.

También es importante cuidar las uñas, bien cortas y sin picos.

Productos tipo antitranspirantes para poner en la zapatilla y lubricantes, como la vaselina que se deben aplicar sólo en las zonas de mayor fricción, serán de gran ayuda.

Vigilar las zonas de durezas. Una visita al podólogo puede ayudarnos a mantener nuestros pies a punto para cualquier actividad deportiva.

Y si aparece una ampolla, ¿cómo la curamos?

Lo ideal es acudir al servicio de enfermería para realizar la cura. Si la ampolla es pequeña o se ha roto limpiaremos con suero fisiológico, aplicaremos povidona yodada (betadine) y tapamos con un apósito para evitar que se infecte.

Si tenemos la ampolla intacta y es dolorosa podemos vaciarla, limpiamos la piel con suero fisiológico, con un bisturí o aguja podemos pincharla, vaciamos de líquido seroso, pincelamos con povidona yodada (betadine) y tapamos con apósito. Nunca quitar la piel de la ampolla, es una protección contra infecciones. Recordemos que estas curas deben realizarse con la mayor asepsia posible.

El uso de apósitos “segunda piel” también es adecuado.

Así que ya sabéis, cuidad los pies!!

Salud y muchos kilómetros!!

 

Lucía Barca y Héctor Carreras

Enfermería – Fisioterapia – Entrenamiento Personal - Coaching Nutricional

www.menorcatrainers.com

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